Noticia publicada por Visión Amazonía.
“Cuando se cumplió el centenario del genocidio indígena que vivimos en La Chorrera decidimos cerrar el canasto del miedo y la tristeza para abrir el de la abundancia. Nosotros no queremos seguir contando la misma historia, porque así el dolor nunca se irá”: Mayor Blass, miembro del pueblo uitoto en el Amazonas.
Hace cien años, los habitantes de La Chorrera fueron víctimas de uno de los etnocidios más grandes de Colombia debido a la explotación del caucho en el Amazonas. Con el paso del tiempo, ellos mismos decidieron que ya era momento de cerrar el canasto del dolor y de abrir el de la abundancia y la paz.
El pasado 7 de febrero, en el marco del convenio tripartita para el desarrollo del ‘Plan de Manejo Ambiental’, se reunieron miembros de WWF Colombia, Visión Amazonía y la Asociación Zonal Indígena de Cabildos y Autoridades Tradicionales de la Chorrera (Azicatch), para socializar el documento finalizado en la sede principal de la asociación, entre la selva del Amazonas colombiano, a orillas del río Igara Paraná.
Para los pueblos indígenas uitoto, ocaina, muinane y bora, hijos del tabaco, la coca y la yuca dulce, amanecer su palabra y su trabajo significa cumplir con sus propósitos de vida. Este plan representa ese amanecer, pues reúne todo su conocimiento ancestral y experiencia para cuidar, administrar y aprovechar de forma sostenible el territorio y sus recursos naturales, asuntos que hasta el momento habían permanecido solo en la oralidad.
Este proyecto contó con la financiación y supervisión técnica de Visión Amazonía y el apoyo técnico y administrativo de WWF Colombia. Durante tres años de trabajo, los consultores y coordinadores de estas organizaciones visitaron la región para desarrollar talleres de fortalecimiento de capacidades del equipo de Azicatch y sus asociados, donde se generaron propuestas para la producción de los contenidos a partir del análisis de los usos del territorio y sus amenazas asociadas.
La elaboración del documento superó los obstáculos logísticos que trajo la pandemia y fue posible gracias al esfuerzo de los miembros de Azicatch y su equipo técnico indígena, quienes redactaron los 10 capítulos del plan. En estos se explican las tradiciones y manejo ambiental del territorio, el modelo cultural para su aprovechamiento, un diagnóstico socioambiental y la evaluación del riesgo de pérdida de servicios ecosistémicos, entre otros.
El amanecer de la palabra y el trabajo de estos cuatro pueblos indígenas quedó plasmado en este documento y se celebró en la maloca del pueblo Uitoto con cantos y bailes tradicionales que representan alegres alabanzas a la naturaleza. Los anfitriones de la celebración fueron el Mayor Manuel Zafiama y algunos miembros de Azicatch, como Robert García, secretario de Ambiente de la asociación. El baile reunió a niños, niñas, hombres, mujeres, abuelos, abuelas y a los miembros de WWF Colombia y Visión Amazonía, quienes llevaron ofrendas y participaron de la danza.
Para los habitantes del territorio Azicatch la creación de este Plan de Manejo Ambiental representa un enorme beneficio social y es mucho más que un documento, pues constituye una guía para el cuidado del medioambiente y la defensa de su territorio, a partir de autonomía, principios, cultura y respeto.
En palabras del Secretario de Ambiente de Azicatch: “Esto es la materialización del sueño de nuestros mayores, ahora nos toca buscar el fruto”. Con el Plan socializado y aprobado, ellos esperan poder ponerlo en práctica y contarle al Gobierno que sí se puede ser una comunidad productiva que vela por el bienestar de sus miembros y cuida la naturaleza.
Los hijos del tabaco, la coca y la yuca dulce de La Chorrera esperan inspirar y llevar este mensaje de unión a todos grupos indígenas del país.