- Para las comunidades indígenas curripacos, este fruto amazónico significa reforestación, emprendimiento, calidad de vida y conexión con la naturaleza.
- En pepa o fruto listo para consumir, pulpas artesanales y jugo de asaí libres de deforestación, son las presentaciones que ofrece Halamo en el mercado.
- 39 familias de la Asociación de Habitantes de la Comunidad Indígena de Laguna de Morocoto beneficiaros del programa Alianzas Productivas de MinAgricultura, con la financiación del programa REM – Visión Amazonía.
Noticia publicada por Visión Amazonía.
«Esta palma de manaca que ustedes pueden ver aquí es el origen de todo. La plantamos un grupo de jóvenes hace más de 10 años y marcó el inicio de un proyecto del cual estamos orgullosos”.
Con estas palabras, Jaime Hernández, indígena del pueblo curripaco, en Guainía, presenta a la Asociación Halamo (Asociación de Habitantes de la Comunidad Indígena de la Laguna Morocoto), una iniciativa que ha permitido compartir una pequeña muestra de los tesoros naturales amazónicos con Colombia y el mundo, a partir del manejo forestal sostenible.
Fundada en 2010, esta asociación ha cambiado la manera en que sus 39 asociados conciben y hacen uso de las riquezas del bosque amazónico.
Todo parte del cultivo de parcelas agroforestales de palma de manaca o asaí, como se le conoce mundialmente a esta planta amazónica, cuyo fruto ha sido considerado un “súper alimento” gracias a sus 16 aminoácidos, vitamina E, vitamina C y vitaminas del grupo B.
“Luego de indagar con nuestros abuelos, ancestros y miembros de nuestra comunidad indígena, resolvimos que la palma de manaca, como planta endémica, tenía el potencial para mejorar nuestra calidad de vida y conservar la Amazonía, nuestra casa”, cuenta Hernández.
Usando técnicas tradicionales y de mínimo impacto al ambiente, los indígenas miembros de esta asociación recolectan el fruto de manaca o asaí para su aprovechamiento productivo. Con los años, han ido dando forma a un emprendimiento que brinda al mercado colombiano una muestra de los sabores de la Amazonía en tres presentaciones distintas:
La pepa o fruto listo para consumir, pulpas artesanales y jugo de asaí. Todos estos productos son producidos bajo altos estándares de calidad y cumplimiento de las respectivas normas de manipulación de alimentos.
“Actualmente, contamos con 380 hectáreas libres de deforestación donde se cultiva asaí y copoazú. Entendimos la necesidad de llevar procesos agroforestales sostenibles, en beneficio de nuestra comunidad y de las próximas generaciones que habiten el bosque amazónico”, afirma Hernández, líder de la Asociación Halamo.
Turismo ambiental – una alianza productiva
Gracias al acompañamiento de entidades como Visión Amazonía, la Gobernación de Guainía y el Ministerio de Agricultura, la Asociación Halamo ha ido ampliando su campo de acción, beneficiando cada vez a más comunidades indígenas del departamento de Guainía.
De ahí que otro de sus ejes sea el turismo sostenible, desde el cual se invita a turistas locales (habitantes del departamento de Guainía), nacionales e internacionales a conocer al pueblo curripaco y a sumergirse en la biodiversidad de su territorio para conocer sus usos y costumbres.
Reforestación y educación
Así mismo, las parcelas agroforestales de asaí y de copoazú de la Asociación Halamo están rodeadas de otras plantas endémicas, para así contribuir a la reforestación del bioma amazónico.
“La Asociación Halamo también se ha propuesto sustituir el aprovechamiento de plantas maderables por otro tipo de estrategias que generan valor añadido, como la palma de manaca. Para nosotros, cada palma representa alimentación, adaptación al cambio climático, reforestación, interacción sostenible con la naturaleza y calidad de vida”, explica Jaime Hernández.
En la misma línea, la asociación lleva a cabo procesos de educación ambiental que comprometen a más comunidades indígenas de la región con la conservación ambiental y cultural.
El futuro de la Asociación Halamo
Llevar lo mejor de la Amazonía a Colombia y el mundo es la premisa que enmarca el futuro de esta asociación.
“Queremos mejorar la trazabilidad de nuestros productos y conseguir más aliados comerciales, para así llegar al cliente final con un producto de calidad”, puntualiza Hernández.
Al preguntarles a los miembros de Halamo sobre los aprendizajes conseguidos en este camino, todos coinciden en que el cultivo de asaí ha traído unión a las comunidades indígenas, fortalecimiento de sus capacidades y conciencia de las riquezas que les brinda la madre naturaleza si se comprometen a cuidar de esta.
Alianzas productivas
Atendiendo el llamado del Ministerio de Agricultura y Desarrollo Sostenible y su programa Alianzas Productivas, la Asociación Halamo buscó a través de la gobernación del Guainía, un aliado para continuar fortaleciendo todas las actividades de la asociación. Así llegaron a Visión Amazonía y ahora trabajan juntos para restaurar y aprovechar los cultivos de asaí, mediante sistemas agroforestales en la comunidad indígena de Laguna Morocoto, confirmando una vez más, que se puede vivir del bosque sin tumbarlo.