Noticia publicada por Corazón de la Amazonía.
Aunque la emergencia del COVID-19 junto con la cuarentena nos afectó a todos, no ha sido un impedimento para que la mesa Ramsar Estrella Fluvial Inírida (EFI) continúe trabajando con las comunidades en la construcción de acuerdos para el ordenamiento de su territorio.
Con el apoyo del Programa ASL Corazón de la Amazonía el pasado 13, 14 y 15 de noviembre se reunieron en la comunidad de La Ceiba, capitanes, representantes legales, monitores de pesca y algunos jóvenes de las comunidades de la Ceiba, Almidón y Paloma del Resguardo Almidón-La Ceiba, para avanzar en el ordenamiento de su territorio, ajustando y actualizando los acuerdos para las comunidades que ya contaban con estos y en hacer acuerdos para las comunidades que llevan menos tiempo en el proceso.
En el espacio participaron aproximadamente 20 personas con el fin de cumplir con los protocolos de seguridad.
Dentro de las actividades realizadas se socializaron los avances, logros y retos que tiene el sitio Ramsar y las comunidades que lo habitan, además de los resultados del monitoreo de pesca y la validación por parte de los participantes. “La comunidad es la que conoce lo que hay en el territorio y la evaluación es clave para poder reflexionar y llegar a acuerdos porque para nosotros los ríos y los bosques son nuestro supermercado” menciona Rosa Durán, integrante de la junta directiva de la mesa Ramsar EFI.
Por otra parte, se adelantaron ejercicios que ayudaron a definir los perfiles de los vigías comunitarios, las fortalezas con las cuales deben contar y las funciones que deben asumir quienes acepten esta responsabilidad como guardianes del territorio. También, se definieron algunos sitios sagrados, de pesca y caza, con sus restricciones y sanciones para las personas que no cumplan con las normas de estos espacios.
De esta manera, es importante resaltar el apoyo a los capitanes por parte de la mesa Ramsar debido a la importancia de concientizar a los demás miembros de las comunidades, a partir de la información sobre el proceso de monitoreo comunitario y así, puedan realizar una reflexión sobre los acuerdos que permiten la perdurabilidad de los recursos “Para la mesa es importante la participación de la gente, porque ellos son el motor de la organización y fue muy gratificante sentir el apoyo de todas estas personas en las reunión” comenta Rosa Dúran.
Finalmente, tanto las comunidades como la mesa Ramsar son conscientes del reto que tienen, por un lado, de gestionar la apertura de las cabañas por parte de la mesa y de cumplir las reglas y acuerdos por parte de las comunidades de manera voluntaria. “El trabajo no es solo de las instituciones, sino también de las comunidades, un trabajo en conjunto porque las decisiones que llegan a la mesa tienen que provenir de las comunidades” comenta Rosa Durán.
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